7/4/09

Penitencia.

Hoy me fijé en las manos de un Nazareno,
me dí cuenta de que contaba entre sus dedos,
con un rosario de perlas blancas,
quizás fueran buenas,
quizás no,
pero sin duda lo que más importa,
es que para él tenía un sentimiento importante.

He mirado sus ojos,
a través de los agujeros de la tela que cubre su cara,
parece un hombre joven,
sus manos delantan su edad,
pero en su interior,
en el fondo de sus ojos la madurez no escasea,
en todo momento se intuye el aliento,
está cansado,
sus pies van descalzos,
el dolor se impregna en sus pequeños dedos,
pero no le importa,
cuando al pararse a mí lado,
pisa un cigarrillo.

El dolor no se consiente,
nadie dijo que esto fuera fácil,
y en la penitencia vá el deseo,
de cumplir con una promesa.

Él sigue su caminar,
observo la lentitud de sus pasos,
la fuerza de cada pisada,
su rosario sigue pasandose entre sus dedos,
mientras sus rezos son oidos por aquellos que pasan cerca de él.

Mientras tanto.

La cera blanca, inunda el suelo.

'Que nadie pise!, que viene la Amargura a son de Campanilleros, por dió!'

-.Alguien grita desde el cielo-.


Mysteries.

1 Tús palabras...:

rlfox dijo...

Sentir la “pasión” así, es regalado solo a aquellos que abren su alma.
Cada pisada deber un calvario.
En cada una, un misterio del porque de las cosas.
¡Que valentía!
¡Cuánto amor!
Promesas, sentimientos, disciplina, arrepentimiento…
¿Quién sabe?
Solo aquel que participa entiende, busca y encuentra.
Entre lo encontrado: miles de miradas, quizás la suya y en ella un punto de apoyo, una sonrisa que le hace continuar su avance.
Se me eriza el vello.
Debe ser que tengo abierta la ventana.
FELIZ SEMANA SANTA Y PASCUA DE RESURECCION

 

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