23/4/12

Cosas en bruto.

Quizás no me exprese de la mejor de las formas, pues tengo algo que me ahoga...

Es algo que se escapa por entre los dedos y que sin darte ni cuenta, no tienes nada que hacer, para poder remediarlo. ¿Como hacer que los sentimientos no acaben siendo confusos?. Que nadie piense una cosa, que ni tu misma estás creando.
Son muchas las veces en que te reflejas sin darte ni cuenta en un espejo, en el que nunca piensas que te vas a ver. Cuándo una amiga viene y te cuenta que le gusta aquél de allí ó el de más allá. Tu la apoyas, esperas que tus consejos, sean de buen agrado para ella. Porque te estás esforzando en demostrarle que su amistad y bienestar es importante, para tí.
Pero cuándo en ese reflejo, encuentras una misma mirada como la tuya y que no es femenina, entonces los pros y los contras son diferentes. Ahí es cuándo el ser humano que existe hoy en día, no sabe apreciar, que entre hombres y mujeres también puede existir una buena y bonita amistad. Lejos de los comentarios que se oyen por ahí, del tipo de...: "Es que no estamos preparados en España, para abrazar y ser abrazados". "Es que no somos cercanos con las personas que no conocemos, y siempre ponemos barreras", etc...

Entonces es cuándo miro mi reflejo y me doy cuenta de que yo no estoy preparada, para demostrar al exterior la realidad que existe en mi interior. No porque yo no pueda, si no porque, las personas que me rodean no están preparadas para ello. Existen los miedos, los temores, los celos, las palabrerías, existen tantas cosas, que a mí demostrar algo, cada día me cuesta más.

Si me apetece cuándo estoy cerca de una amiga (femenina) darle un abrazo, lo hago sin más y no pasa nada. A veces lo recibo de la misma forma y otras no. Quizás por sorpresa, por vergüenza (de la otra parte), no lo sé.
Pero si me apetece darle un abrazo a un amigo (masculino), ahí la cosa ya cambia bastante. O lo hago cuándo estamos a solas, ó si lo hago ante personas que nos rodean a los dos, ya comienzan a volar por el aire que nos rodea, dardos de maldad.
¿Porqué será que siempre existen juegos de palabras, que acaban destrozandolo todo?. Yo sé como soy, me conozco bastante bien. Sé que siempre sale ésa parte de mí que mantengo siempre escondida, que la vergüenza deja de existir para dar paso a los abrazos, las sonrisas, el eres importante y acabar siendo cómplices de risas y buenos ratos. Pero éso sólo sabe compartirlo conmigo, aquéllos que me conocen bien. Los que no, siempre piensan que quiero robarles la pareja. Y el juego a veces es divertido, pero cuándo ya está de por medio una bonita amistad, entonces el juego ya no es divertido.

En definitiva. Si algún día la mentalidad de este pais cambiara, yo sería un poquito más feliz.

Miss.

12/4/12

Niña chica.

Siempre has sido como una luz al final de mi lento caminar. Cuándo tu menos lo esperabas, yo siempre estaba ahí detrás de tí, atenta a cada uno de tus gestos. Muy a pesar de que pensaras que pasaba absolutamente de todo. He estado pegada a tu espalda, casi como tu propia piel.
Recuerdo que siendo una niña, siempre has sido muy traviesa. La niña de las risas alegres, que siempre reía y que nunca temía a nada. Aquélla a la que todos "temían" por sus contestaciones impertinentes, pero que en el fondo, a veces llevabas toda la razón. Lo único es que las formas te perdían, apuntabas maneras desde que eras una niña, jaja, ¡ya lo decían tus abuelos!.
El paso de los años, han ido haciendo una mella en tí, que ni tu misma has sabido dosificar. De forma que tu carácter ha ido agriandose de una forma innaudita, para una persona como tú. Yo, como siempre he querido ayudarte en todo momento, siempre indicandote los pasos a seguir, como tienes que hacer las cosas. Sin olvidar que en el fondo tienes que tropezarte y que lo más importante de todo, es que tienes unos padres, que te quieren tanto o más que yo. Pero la realidad, es que nunca han ejercido sobre tí, de la misma forma en que yo recibía sus enseñanzas. Por varios motivos que la vida ha ido haciendoles cambiar, no entraré en ello, aquí.
Pero lo que realmente quiero hacerte saber, es que yo siempre he estado ahí, cuándo me has necesitado. Quizás no de la forma que tu has querido, ní tan siquiera he sido como tú querías que fuera y mucho menos, has ejercido sobre mí con tus cambios de humores, para que yo acabe dándote las razones que exijías a los demás. Por ello, los problemas entre nosotras siempre se han ido incrementando hasta el punto de no reconocer en tí a ésa persona que ha crecido junto a mí, durante 28 años. Que dificil ha sido tener que aceptar que todas las palabras que salían de tu boca, iban hacia mi persona. Nunca he recibido mal malos deseos de nadie que de tí. ¿Recuerdas cuándo decías que me querías?, sonaba muy bonito cuándo lo dejabas escrito en una hoja en blanco digital, ¿verdad?. Cuándo la realidad es que tán sólo yo cruzabala puerta de mi casa, tu mirada acababa transformándose, hasta el punto de no reconocerte. De no saber quién es la persona con la que me estaba enfrentando. Y todo ésto, mezclado con una gran cantidad de cariño injusto y recibido por parte de aquella que te trajo al mundo. Que injusta ha sido conmigo, y que ciega contigo.

¿Acaso tengo que seguir demostrando, que en el fondo, actuo y me comporto, como si fuese tu propia madre?. Sí, así es y así sigue siendo.

Como fué que aceptastes mi propuesta de recibir ayuda, ya no la recuerdo. Ah sí, ya sé. Ésa noche anterior a que yo me atreviera personalmente ha decirtelo, sentí miedo. Y juro que no miento. ¿Te acuerdas cuándo te fuístes a la cama de madrugada con un bocata en las manos, un plato y un cuchillo?. Mis palabras fueron: ¿Ahora a las 3 de la madrugada vas a comer?. Tu respuesta fué directa: Sí, ¿algún problema?, con mirada desafiante. La verdad es que no era nada fuera de lugar, pero mi mente dió mil vueltas, y ésa misma noche dormí con la puerta cerrada, como siempre. Sólo que esta vez lo que tenía diferente, es que la secadora la puse detrás de la puerta. Realmente tuve "miedo". Pero claro, como exponer algo así, a una madre que vive ciega, o que al menos es lo que aparenta.

Después de una conversación con mamá muy muy dura, demasiado, decidí que tocaba hacerlo contigo. Y no lo aceptastes facilmente, en abdoluto, pero apesar de tus deseos, acabastes cediendo a todo lo que yo te pedía que hicieras. Por tí, por ella, por él, por la familia en definitiva. Una tarde del mes de Abril'11, fuimos las dos a tu médico de cabecera y tuve que ser yo la que habló con él, exponerle todos los motivos que tenía, para que te remitiera ayuda. No tuve que decirle más que un par de cosas, para que el hombre nos hiciera un parte. Ya sólo teníamos que esperar.
El tiempo fué pasando y meses más tarde, la ayuda que estaba en camino, llegó.
Aún sigues tratándote y parece que muchas cosas han cambiado. Ahora no me miras con odio, me miras a la cara y me sonríes de verdad. Ahora te das cuenta que yo no quiero quitarte nada, ní a nadie, que lo único que quiero es enseñarte a caminar por ésta vida. Ahora, parece que te das cuenta de algunas de esas cosas.
Ultimamente, siempre me estás pidiendo opinión sobre como estás, como te veo, algún cambio, etc. Pero no, aún no estás preparada para recibir mi opinión, aún hay mucho camino que abrir en estos próximos años y ver como continuas. Aún tengo que ver como sigues con tus estudios, como te desenvuelves con los demás y lo principal, como te relacionas conmigo personalmente. Y de ésto último, aún hay cosas que pulir con bastante ímpetu. Pero bueno, yo te regalo una vida.

Lo que más me importa, es que estás comenzando por el buen camino de la vida que yo quiero para tí, y que poco a poco, comenzarás a volar con tus propias alas. Que éso es lo que yo quiero de tí, que vueles sola.

No todo lo que yo te digo es porque no te quiera, si no todo lo contrario, te quiero tanto que no puedo parar de cuidarte hasta el extremo.

Vuela niña de sonrisa alegre..., vuela alto.


Miss.

11/4/12

Nuestro mundo.

Formemos un sólo ser, con la unión de nuestros labios.
Juguemos con los pliegues de nuestros cuerpos,
hasta derramarnos sobre las sábanas de esta cama.
Dejemos que el tiempo corra entre nuestros dedos.
Nada, ni nadie, será capaz de entorpecer todo ésto que estamos formando.
Guarda silencio, no hables,
deja que el tiempo fluya por nosotros, como quiera.
Nadie será capaz de encontrarnos nunca.
Jamás llegaran a imaginar, que tu y yo formamos parte de un cuento que ya estaba escrito.
Escrito en las palmas de tus manos.





Miss.

 

Powered by Blogger. Diseño original de Free Css Template. Adaptado por Recursos En Mi Blog.