26/11/11
Auxiliar...
La ultima vez que nos vimos físicamente, lo pasé tan mal..., que quizás te distes cuenta y seguías para mi enseñanza y ayuda. O quizás ni te distes cuénta de ello. Me gustaría saber que sí que te distes cuenta y que actuabas en consecuencia, observando mis defensas bajas. Pero en realidad no te creo ser así (no eres así) y no actuabas de ninguna de las formas, si no que todo salió fluyendo con la misma naturalidad con la que se te escapan las sonrisas, cuándo tu mirada se cruza con la mía.
Recuerdo como ésa misma tarde me fuí enfadada, sin decirtelo claro. Como iba a contarte que todo lo que me habías dicho me había hecho daño. ¿Cómo decirte que pararas que me estabas ahogando?, imposible. Todo lo que me estabas diciendo, todos esos "reproches", esas palabras duras que me ibas diciendo, no eran más que verdades como puños y que se iban clavando en mi cara, una trás otra. Y prometo que no exagero, ní tampoco me dedico a "teatrear", ésto es verdad. Es mí verdad.
Me fuí a casa con lágrimas en los ojos, nadie sabría que me estaba pasando. Ni ellos que me esperaban en casa, ni tu que estabas de vuelta a casa. Sólo aquellos que no me conocían y que se cruzaban conmigo, observaron mis lágrimas.
En la vuelta a casa, cuándo ya todos, inclusive tu te quedabas ahí y volveríamos a vernos con el paso de los meses, no dejaba de pensar, pensar, pensar y pensar en todo lo que me habías dicho. Una letra, trás otra. Incluyendo suspiros y miradas. Todo lo recordé en la vuelta y aún sigo recordandolas. Quizás por ello y buena culpa de todo esto la tienes tú, ahora tengo ganas de hacer todo lo que en su momento no hice. Cuántas serán las veces en que con el paso de los años decimos...: "¿porqué no habré hecho lo que debía, en lugar de dejarlo y verme así?". Ahora yo quizás llego tarde para muchas cosas, pero como tu siempre me dices: "Para aprender nunca es tarde". Y yo ahora doy buena cuenta de ello.
Ahora me encuentro con ganas, ánimos y deseos de luchar por algo que me llena cuándo abro el cuaderno. Me siento capáz para decir que estoy capacitada para estudiar. Yo en realidad me veía algo desfasada en este tema. Pero tus palabras me han empujado hacía el abismo como un cañón. Y ahora me encuentro en un punto de mi vida, en el que tengo deseos y muchas ilusiones por crear. Las misma ilusiones de compartirlas contigo. Así que, hazme la promesa de que vas a volver. Yo prometo seguir luchando por formarme y que algún día veas, que soy lo que esperabas haber encontrado hace un año.
Miss.
Pensamientos de... Mysteries. Sobre, 00:49
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