Duele, duele demasiado.
Duele hasta el límite de perder la conciencia.
Hasta que te quedas sin saber qué decir, para no gritar de dolor,
para que nadie sepa que te estás rompiendo por dentro.
Mantienes los dientes bien apretados
y te ahogas con un quejido que no sale por la boca,
hasta que pierdes el conocimiento.
Entonces es cuándo te doblas
como si fueras un fino alambre entre las manos de un niño.
Mientras que lágrimas recorren los ojos
y te quedas dormida en los sitios más insospechados.
Y todo con una sonrisa en los labios, cuándo vienen a verte.
Para no parecer que estás rompiendote por dentro,
para que nadie tenga lástima de tí,
que nadie pueda decir que siempre estás enferma.
Una sonrisa que muerde la boca con dientes muy afilados,
y mientras tanto...,
te vas desangrando ante la mirada de todos,
sin que nadie más que tú, sienta como vas perdiendo las fuerzas
y la capacidad de dominar tu propio cuerpo.
Mysteries.
15/6/11
Quebranto.
Pensamientos de... Mysteries. Sobre, 20:35
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