Cuantas veces me pregunto,
de que forma reaccionaría el dia que me faltes,
el dia en que tú risa deje de sonar en mis oidos.
Tú sabes que el tiempo juega en nuestra contra,
que los dias pasan lentos, sí, pero sin pausa.
Nadie sabe cuando va a ser el ultimo dia,
en qué momento, dejaremos de estar.
Yo simplemente me limito a buscarte una sonrisa,
a jugar entre tús labios como una templada brisa.
A veces sin querer repites las cosas, y siempre hago que no lo sé,
me gusta oirte explicarme las cosas, como si fuera la primera vez.
Tú cara dice más que tús palabras, lo vives con la mirada.
Te sonrío, sigues contandome.
Sí, ahora va a pasar aquello, me igo, y acabas haciendo aquello otro, lo sé, lo sé.
Que más dá!, tú sigue contandome tús batallitas de la mili,
sigue contandome todas las veces que comias galletas a escondida de todos,
que yo me encargo de recordarte porque ahora estás así.
Y sigues riendote, sí, te hace gracia,
porque sabes que en el fondo,
mi voz cambia, sólo, para hacerte reir.
¿Cuantas veces te digo si quieres un trocito de pastel?
¿Cuantas veces me dices que sí?
Y,
¿Cuantas veces te digo: 'tesquí ya io!' ?
Sabes que va a ser así siempre, porque me importas,
a pesar de que el dulce te pueda más que yo.
Me pides por favor que te lo dé, que solo es un trocito
¿y que te digo siempre?
'Un trocito un trocito y tenemos un pastelito de 1.000 kgs!, joder!'
Más risas.
Alguna mirada asesina atraiesa de vez en cuando mi pecho,
pero poco me importa a estas alturas.
Ahora todo tiene un objetivo, hacerte feliz,
y nada,
absolutamete nada,
va a reprimir que sea yo quien lo haga.
Venga va..., anda..., sé bueno.
Dime quién te hace respirar el corazón, ¿eh?.
(cara de niña pequeña)
-Tú hija, siempre tú.
.-Te quiero-.
Mysteries.
7/2/09
.Tús risas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 Tús palabras...:
Como cada sábado por la tarde voy a veros.
Me encuentro con estampas de vidas desoladas, pendientes de nuestra llegada.
Y ahí estas tu.
Abriéndome la puerta.
Esperando un par de besos. Tu piel esta cada vez más blanca, más cristalina.
Al fondo, muy al fondo está el salón, la chaise longue ocupada por la abuela y chispa como siempre.
Centro de nuestra reunión.
Hablamos y hablamos.
El chaval pasa y pasa canales.
Tu descolgado en el otro cuartito, lejos muy lejos al fondo.
Con tu tv y tu futbol
Solo.
Hasta que llega la hora, tardísimo y entramos y ahí estas, sentado con tus gafas clavadas en la pantalla , arrepujado en tu sofacito con las dos manos juntas, sujetas por ambas rodillas.
Te mueves y sin casi mirarme:
-¿Que tal?
-Fatal tío, esto no marcha. Quizás… no sé. Lo veo todo muy mal.
-No hablas, te agitas cual jarabe.
-Un beso.
-Un beso hijo.
-(Te quiero) pero solo lo pienso.
XXXX
Me resulta increible la forma en que lo haces.
¿Cómo puede ser posible que describieras a ese viejillo que siempre estaba en su habitación?
´
Sí, la misma, al fondo del pasillo,
siempre hundo en su sofá,
sus piernas soportan su leve peso,
...
No puedo seguir,
Usted hoy, ha tocado una fibra...
Grasias,
por hacerme verle de nuevo,
cómo siempre.
Desde tús ojos.
. . .
Publicar un comentario