Hoy, me han recordado y no sé por qué, los años que hace que nos conocemos. Y como desde el primer que te conocí, entrastes directo al fondo de mi corazón y sin yo saber muy bien cómo. Verte a mí me hace sentir bien. Eres especial y tu lo sabes, siempre te lo he hecho ver ó quizás entender. O quizás hasta ni tan siquiera te hayas dado cuenta, pero yo quiero pensar que sí, que lo sabes.
Recuerdo la cantidad de veces que nos hemos visto y sólo un par de besos, un "hola" y nada más. Tu comenzabas a entablar conversaciones con varias compañías y todo seguia fluidamente...
Tu fuístes quién me enseñó a desenvolverme, en un medio en el que jamás me había encontrado. Seguistes mis pasos, a pies juntillas, procurando que no me agobiara, que nunca hiciera nada mal. Me regalabas explicaciones, de mil y una forma. Mientras que a los demás que te requerian, nunca les hacías caso. Y claro, lo típicos comentarios siempre existían... : "Es que a tí te ayuda siempre". Pues sí, así era, y yo disfrutaba de ello. Porque si así no hubiera sido, yo no habría durado en esa andadura más de dos días.
He recibido hasta comentarios fáciles como...: "Hay un poco de tensión sexual aquí, no"?. Pues no señores y señoras... Sólo hay cariño.
El tiempo ha ido pasando, y contigo he aprendido a decir que me preocupo por tí. Que si estás serio me importa qué te pasa, y por eso te pregunto mil veces: "estás bien"?. Te observo, aunque pienses que no. Has pasado por unas etapas de tu vida, que yo sólo las he rozado, y tu siempre has estado atento a cada uno de mis gestos. Inclusive cuándo, tenías que estar pendientes de "tus ligues". Sé que estabas pendiente de si yo estaba bien ó si estaba mal.
Hace un mes aproximadamente que hemos vuelto a retomar las visitas. Al verte me impactó. Tu pérdida ha sido bastante notable. Aunque si todo es, como ha sido, por tu salud y bienestar, eso es lo que más importa, por encima de todo. A mí me cuesta muchísimo demostrar mis sentimientos de palabras y gestos. Pues me expreso mucho mejor con mis letras. Y reconozco que mis primeras palabras, no fueron las más indicadas para decir. Pero es que me salieron así. Quise esconderme detrás de unas palbras que expresar, para romper mi timidez y no, no fueron las más acertadas. Sé que te impactó que yo te dijera éso. Suerte que los dos nos cuidamos y no me lo tuvistes en cuenta, cuándo me dijistes que esperabas que te abrazara. Entonces fué cuándo dejé apartado a un lado todos los miedos y te rodeé entre mis brazos.
Desde entonces, cada día que nos vemos, vuelvo a rodearte entre mis brazos y disfruto tantísimo de ello... No te lo puedes ni imaginar. Hoy incluso me atreví a regalarte un beso sobre tu hombro. Previamente lo hacías tu conmigo.
Lo más bonito pasó hace dos días. Al menos para mí. Estábamos rodeados de dos compañeras y él. Tú, con prisa. Mientras, yo te pedía que me dijeras algo, e insistía en ello. Esperaba que me dijeras si vendrías a casa o no. "¿Qué te digo?", me decías. "De verdad que no me dirás nada"?, decía yo. Hasta que dijistes...: "Te quiero". (POM!) una de tus compañeras le miraba a él. Él decia que sobraba..., la otra compañera reía, y yo que hice?. "Yo también te quiero".
Miss.
27/2/12
Tu felicidad, me hace sonreir.
Pensamientos de... Mysteries. Sobre, 02:11
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