Sin aire.

Es como si me estuvieras encerrando en un bote de cristal, dónde la tapa se va cerrando cada vez un poco más, mientras que lucho por empujar hacia arriba algo que inevitablemente va a terminar por mantenerme encerrada. Y se me oprime el pecho, haciendo que me duelan los pulmones, hasta el límite de contener el aliento en cada secuencia de imagenes. Secándose mis labios y resquebrajándose si intento sonreir, hasta sangrar. Un sabor a óxido se extiende por mi lengua y sigo intentando salir de ese cristal que me tiene encerrada, que no me deja ver más allá de unos centimetros de mi cara. Pero no soy capáz, ni tengo las fuerzas suficientes para romperlo, por más que golpeo con todas mis fuerzas las paredes transparentes que me rodean el cuerpo.

Me hace pensar que soy capaz de comerme el mundo, que nada es imposible, que todo, está al alcance de mis manos, si yo quiero. Me hace sentir capaz de hacer cualquier cosa. Cuándo la veo sufrir de esa forma, por algo que desea con tantísima fuerza.

Pero más allá de lo que me hace sentir. Han pasado más de 40 minutos, y yo sigo con el aliento contenido y sin encontrar las palabras exactas para expresar, que és lo que me hace sentir. Porque hace que me sienta encerrada, porque razón es que me ahogo, hasta necesitar respirar hondo para coger de nuevo el aliento. Me arrastra.


Miss.