Jugando a ser niños.

Son muchas las cosas que han pasado a lo largo de todos estos meses,
que bien parecen que han sido años.
Porque todo ha sido vivido y compartido con tanta intensidad...
(cosas del mundo online)

Quizás..., no, quizás no. Es seguro que esta no es la forma en que debería de expresar las cosas que siento, pero es que yo sólo sé expresar lo que siento, en lo más hondo, y sin temores, escribendo.
Así que, mi idioma es este.

Hace tantos años que comencé a tenerte cerca, que me acostumbré a verte de esa forma,
con esa media sonrisa, con esas miadas fugaces,
siempre al fondo, siempre trás una gran mesa.
Recuerdo como me temblaban las piernas cada vez que me acercaba a dónde estabas,
siempre he sido demasiado tímida como para enfrentar mis temores.
Y ahí estabas tú, observando cada letra, cada punto, cada color, cada espacio en blanco, todo.
Giras tu mirada en busca de la mía, mientras esbozas una sonrisa, mientras dices:

-Muy limpito, así me gusta-

Las hojas de los árboles caían sin piedad,
los vientos siguen azotando.
Mis recuerdos siempre han venido conmigo colgados de mi cuello,
jamás llegué a olvidar aquéllos que compartieron mi infancia y mucho menos,
las sonrisas.

Un día como por arte de mágia y sin saber muy bien cómo, alguien dijo que te buscara,
que existías en mi mundo virtual. Parecía que te habías perdido, como sería posible que tú estuvieras ahí.

La alegría y los recuerdos llegaron a mi mente como una pelota de oxigeno, todo aquello que antes no recordaba, vino de golpe. Aquellos momentos habían sido llevados en mi mente,
pero algunos se habían esfumado, hasta que respondistes a mís letras y entonces fué cuándo me rendí ante los recuerdos.

Sentí como la ternura se retorcia entre mis dedos, volví a sentirme niña de nuevo.
Recordaba hasta el sabor del bollycao de las medias mañanas, oí de nuevo la sirena en mís oídos.
Ahí estabas tu y yo leía tus letras. Poniendole una voz imaginaria, una sonrisa que siempre recordé y unas manos que siempre observaba cuándo me pedías que me acercara a tu mesa.

Desde el primer momento en el que volvimos a reencontrarnos, te volví a sentir como aquél que observaba en la distancia. Sin darme cuenta que ya no eramos las mismas personas. Que resulta de que ahora soy una mujer. Y pasa que ahora no puedo tratarte como entonces, ahora a día de hoy, sigues siendo aquél, el de entonces y mi amigo.

Cuántas cosas han traido ese encuentro, cuántos buenos momentos, cuántas son y serán las cosas que nos vamos a llevar en el recuerdo. Que de momentos compartidos, cuántas risas...
Anécdotas que sólo sabemos los dos. Por supuesto también alguna que otra "peleita", que mira que me gusta "pelearme" contigo; (picotearte más bien).

Son tantas las palabras recibidas, que han sido muy dificiles de ir colocando en su sitio, pero todas han sido tan especiales, que ninguna de ellas sobra en mi mundo. Son tantos momentos los que hemos compartido, tantos sentimientos derramados y tantísimas letras conjugadas...


A lo largo de todos estos días has descubierto que dentro de la mujer que hoy conoces, sigue existiendo esa niña timida, la misma que aún tiembla en silencio, aquella que se muerde los labios cuándo está nerviosa. La que te mira fugazmente cuándo sabe que no la miras, pues es su forma de escanear tu cara en su mente y seguir recordándote como siempre. La niña que disfruta sabiendo que estás ahí, pues resulta de que te has hecho muy importante en su vida. Aunque siempre esté callada y no confiese, te quiere taaaaaanto.

Quizás son muchas las veces que te preguntes algo y que no me digas. Es posible que te guste saber que disfruto de nuestras risas, de nuestras charlas. Y aunque parezca que sólo soy virtual, no es así del todo. Lo único, es que mi vida se ha hecho virtual.
Te gustaría saber que no me aburro en absoluto de recordar buenos momentos contigo, de compartir la actualidad contigo ó de celebrar que estamos juntos un día más.
Tener amigos hoy en día es muy dificil, los dos lo sabemos. Pero tener un amigo, que ha vivido mi infancia y que está viviendo mi madurez..., es aún más especial si cabe.


Mysteries.