Hasta en el más allá...

¿Serán mil?, sí, seguro que son mil, las veces que he prometido que nunca más pasaría. ¿O quizás fueran tropocientas mil?. Sí, la última opción creo que es algo más adaptable a mis pensamientos. Cuántas serás las veces que te pienso aquí, mientras me cuentas un cuento en el cabecero de mi cama. Acariciando mis manos, mientras enredas tus dedos por los tirabuzones de mi pelo. Son tantas las veces que te pienso cerca, que imaginarte lejos. En el otro mundo. En ese espacio en el que nada ni nadie siente más, que paz y soledad, se hace imposible. Se me antoja que esta noche ese pensamiento deje de existir. Pues no logro concebir un segundo sabiendo que no estarías al otro lado. ¿Egoismo?, sí ¿y qué?. No llega a importarme nada lo que quiera el de ahí arriba. Y muchísimo menos me importa la ley de la vida. Sólo me importa lo que yo quiero. Sólo me importa el gusto de compartir mis días contigo, sin mirar más allá. Que sabrá nadie lo que yo quiero, ní lo que yo siento. Qué sabrá el mundo si yo merezco o no merezco ser egoista. Son muchas las veces que pienso, que si algún día algo pasara, ¿dónde iré?, ¿a quién le digo cuánto te he añoraré?, a quién le gritó: ¡Por qué?. Demasiadas preguntas, para tan escasas respuestas... Me niego en rotundo a que todo esto se quede aquí y ahora. Serán mil las veces que te odie, tropocientas las veces que me niegue a quererte. Pero nunca consigo hacerlo. Mi mente manda cosas que mi corazón no siente. ¿Que siente mi corazón?. ... Seguiremos siendo como aquellos que se esconden, trás una sonrisa enmascarada, aquellos a los que todos ven y que nadie sabe nada más, que suposiciones. Nadie más que yo sabe lo que siento cuándo pienso. Quizás la despedida no será como yo deseo. Quizás nadie sea capáz de entendernos. De entender que somos especiales en la vida. Quizás no llegue a tiempo, ni tu tampoco. Quizás nos perdamos en el camino de arena, hasta llegar al otro. Quizás nos alejemos sin decirnos adiós. Yo nunca diré adiós, pues siempre estaré. Aquí o en el más allá. Porque yo siempre te estaré esperándo, para nuestras risas y charlas de cada noche. Yo, prometo volver. ¿Y tú? Mysteries.