NADA.

Son muchas las veces en que me quedo observando ésta página en blanco que se abre ante mis ojos. Y muchos los minutos que pasan en el reloj, mientras que sigo observando el vacío que se encuentra, sin unas letras que se derramen sobre su blancura. Y por más que me espero a que lleguen esas letras a mi mente, para bajar por mis brazos, hasta mi dedos, no llegan.Se hacen esperar, se pierden entre las palmas de mis manos y acaban fundiendose entre las grietas de mis manos y mis uñas.

Quizás, es que nada debiera de escribir. Quizás, es que no soy como era ayer. Quizás, es que se ha apagado esa llama que me hacía bullir en el interior, y con ello, mis letras.

A veces me pregunto, si estas letras llegaran a algún lugar.


Mysteries.

Causas destructivas.

Alguna vez pensastes que me tendrías entres tus manos, ¿verdad?.
Llegastes a imaginar como sería el tacto de mi piel.
Cuál sería el sentimiento que afloraría bajo las yemas de tus dedos.
¿Verdad?.

Por eso cuándo te distes cuenta de la realidad,
de que los ideales, los sueños o deseos,
a veces no pasan de ser mas que éso,
momentos idealizados en nuestros pensamientos.
Me tratastes como lo hicistes,
con indiferencia al dolor que me podrías causar.
Sin tregua.


Mysteries.

Buscando un final.

Te estás escapando de entre mis dedos, sin poder poner algún remedio por evitarlo. Eres como los "demonios" que soplaba cuándo era una niña, mientras caminábamos. No logro centrar mis pensamientos, ní mis ganas, ni mis fuerzas. No me siento capaz de coger ésto que se está convirtiendo en un problema grave, por los cuernos. Me siento inútil ante esta tempestad que me remueve todo el interior, sin apenas darme tiempo a tragar saliva.

¿Que está pasando?. Ni yo misma lo sé. No entiendo nada y lo malo de todo esto, es que tu nunca me enseñastes a afrontar estos problemas que ahora estoy viviendo. Necesito que me abraces, que me cuides, que escuches mis palabras. Que me creas, que me escuches. Que decir las verdades y demostrar los sentimientos de palabras como yo lo hago, no es fácil. Y tú, no sabes ni tan siquiera apreciarlo.

Estoy cansada, agotada. Ysi la luz se me apagara, si todo esto se acabara aquí..., quizás todo (yo) quedará en una simple anécdota de la vida.

Mysteries.

Mi reflejo.

De qué sirve que haya maquillado mis ojos, si nada hace que la tristeza que está escondida en su interior, desaparezca. La mascara sobrepuesta sobre mis mejillas, hacen parecer que sonrio. Los labios se tornan como un acto reflejo, cuando me miran. Todo parece estar en su lugar, de cara a aquél que está cerca de mí, ¿pero quién me mirará realmente a los ojos?, ¿quién sabrá descifrar la pena que llevo dentro?. Lagrimas negras recorren mi cara, y nadie lo siente, y nadie lo ve.

Me miro en el reflejo que me devuelve el espejo que está a los pies de mi cama, nunca me habia fijado en que el reflejo, no es como yo. No es el físico que yo descubro cuándo me miro por las calles. En los escaparates, en los cristales ajenos, en los espejos de las tiendas. No, no es igual.
Éste reflejo deja ver a una mujer muy delgada, demasiado, tanto que apenas es capáz de mantanerse sobre sus propios pies. Sus manos las tiene quebradizas, la piel casi transparente y las uñas rotas. La piel de su cara está grisacea y la cuencua de sus ojos hundida, enmarcada por una sombra negra. Tiembla su cuerpo como si estuviera a más de 20º bajo cero, sus dientes repiquetean en el silencio del reflejo.

Apenas concibo comprender, quién es esa persona que está en el reflejo. Yo no soy así. Yo soy robusta, me como el mundo, nadie me para, nada me detiene, nada me importa, nada me afecta...

Camino unos pasos lentamente a ver si el reflejo sigue mis pasos. Mi sorpresa, es que camina a la misma vez que yo. Me aventuro a acercar mi mano derecha, pegando el indice a ese cristal que juega conmigo, vuelve a seguirme. Limpio mis ojos, esperando que desaparezca, que sea yo la que aparece al otro lado de mi visión, y sonrío. Sonrío una vez más, provocandose en mí un gesto de sorpresa..., ¿que es éso?. Vuelvo a sonreir y mis ojos cada vez están más abiertos, ante las inminente respuesta recibida por parte de mi reflejo.

Fuera se oyen pasos, aperturas y cierre de puertas. Ya han llegado, toca esbozar una bonita sonrisa y "disfrutar". Allá voy.


Mysteries.



P.D.: Mi cabeza no deja de darle vueltas a todo lo vivido hace unos minutos. No he tenido más que volver al espejo y seguir observando cuando sonrío. Mi reflejo en lugar de una sonrisa, me devuelve a esa mujer, pequeña, entumecida y quebradiza. En forma fetal en el suelo, bañada en lágrimas.